Si eres propietario de un vehículo GLP (Gas Licuado del Petróleo), también conocido como Autogas, sabes que es una excelente alternativa para ahorrar combustible y reducir las emisiones. Sin embargo, como cualquier sistema de tu coche, el equipo de GLP requiere un mantenimiento específico y, en ocasiones, el reemplazo de ciertos recambios para asegurar su óptimo funcionamiento y prolongar la vida útil de tu motor.

Ignorar el mantenimiento de tu sistema GLP no solo puede llevar a un mayor consumo de gas o una pérdida de rendimiento, sino que también podría derivar en averías más costosas o incluso problemas de seguridad. Por eso, es fundamental conocer los componentes clave y cuándo es el momento adecuado para revisarlos o cambiarlos.

En esta guía, desglosaremos los recambios más importantes de tu sistema GLP y te daremos las claves para saber cuándo necesitan atención.

1. Filtros de GLP (Fase Líquida y Fase Gaseosa)

Los filtros son los guardianes de tu sistema GLP. Su función es crucial: retener las impurezas presentes en el gas antes de que lleguen a componentes más sensibles y costosos como el reductor o los inyectores. Existen dos tipos principales:

  • Filtro de Fase Líquida: Se encuentra antes del reductor/vaporizador y filtra el GLP cuando aún está en estado líquido. Atrapa partículas más grandes que podrían dañar el reductor.
  • Filtro de Fase Gaseosa: Se ubica después del reductor, filtrando el gas una vez que ha pasado a estado gaseoso y antes de llegar a los inyectores. Este es vital para proteger los delicados inyectores de partículas finas.

¿Cuándo cambiarlos? La frecuencia de cambio varía según el fabricante del sistema y la calidad del gas, pero una regla general es cada 15.000 a 20.000 kilómetros. Algunos fabricantes pueden recomendar intervalos más cortos o más largos.

Consecuencias de no cambiarlos: Un filtro obstruido puede causar:

  • Pérdida de potencia y tirones al circular con GLP.
  • Aumento del consumo de gas.
  • Desgaste prematuro y fallo de los inyectores de gas.
  • Daños en el reductor de presión.

Imagen de Filtros de GLP (Fase Líquida y Gaseosa)

2. Inyectores de GLP

Los inyectores de gas son los encargados de dosificar y pulverizar el GLP en el colector de admisión del motor. Son componentes de alta precisión que deben entregar la cantidad exacta de gas en el momento preciso para una combustión eficiente. Marcas como Valtek, Barracuda o Hana son muy reconocidas por la calidad y fiabilidad de sus inyectores.

Señales de fallo:

  • Tirones o fallos de encendido al circular con GLP.
  • Pérdida notable de potencia.
  • Aumento del consumo de gas.
  • Luz de avería del motor (Check Engine) encendida en el salpicadero.
  • Dificultad para arrancar en GLP (aunque la mayoría de coches GLP arrancan en gasolina).

¿Cuándo considerar su revisión o reemplazo? Si experimentas alguno de los síntomas anteriores, es probable que los inyectores necesiten una revisión. A menudo, se pueden limpiar o reparar (cambiando las bobinas o los kits de reparación internos), pero en algunos casos, el reemplazo es la única solución. Su vida útil es variable, pero con un buen mantenimiento (especialmente de los filtros), pueden durar .Imagen de Conjunto de Inyectores GLP

3. Membranas del Reductor/Vaporizador

El reductor (también llamado vaporizador) es el componente que transforma el GLP de estado líquido a gaseoso y reduce su presión. En su interior, contiene membranas que son fundamentales para este proceso. Con el tiempo y la exposición al gas y los cambios de temperatura, estas membranas pueden endurecerse o agrietarse.

Cuándo suelen fallar: Los fallos en las membranas del reductor suelen manifestarse con:

  • Olor a gas (¡siempre debe ser revisado por un profesional inmediatamente!).
  • Pérdida de potencia o funcionamiento irregular del motor en GLP.
  • Dificultad para pasar de gasolina a GLP o cambios bruscos.
  • Aumento del consumo de gas.

¿Por qué es crucial su buen estado? Unas membranas defectuosas pueden provocar una mezcla de aire/gas incorrecta, afectando el rendimiento del motor y las emisiones. En casos graves, pueden causar fugas de gas. El reemplazo de las membranas suele hacerse con un kit de reparación específico para cada modelo de reductor.Imagen de Reductor GLP y sus Membranas Internas

4. Bujías Específicas para GLP

Aunque no son exclusivas del sistema GLP, las bujías juegan un papel vital en la combustión. Los motores que funcionan con GLP operan a una temperatura de combustión ligeramente superior y el gas tiene una resistencia eléctrica diferente a la gasolina. Por ello, se recomienda usar bujías específicas para GLP o de iridio/platino con una calibración adecuada. Marcas como Brisk o NGK ofrecen modelos optimizados para gas.

¿Por qué son diferentes y cuándo reemplazarlas? Las bujías para GLP suelen tener:

  • Una mayor resistencia al calor.
  • Un electrodo más fino o de materiales más duraderos (iridio, platino).
  • Una calibración (gap) ligeramente diferente para optimizar la chispa con gas.

Se recomienda su reemplazo en los intervalos indicados por el fabricante del sistema GLP o del vehículo, que a menudo pueden ser más cortos que los de las bujías de gasolina convencionales.Imagen de Bujías Específicas para GLP

5. Aditivos de Protección de Válvulas (ValveCare / V-Lube)

Algunos motores de gasolina, especialmente aquellos que no fueron diseñados desde el principio para funcionar con GLP (es decir, que no tienen asientos de válvula reforzados de fábrica), pueden sufrir un desgaste prematuro de las válvulas y sus asientos debido a la menor lubricación y mayor temperatura de combustión del gas.

Los aditivos como ValveCare (de BRC) o V-Lube se inyectan automáticamente en el sistema de admisión para proporcionar una lubricación adicional y proteger estas partes críticas del motor.

¿Para qué sirven y qué motores los necesitan?

  • Protección: Lubrican y protegen las válvulas y sus asientos, previniendo la recesión de los asientos de válvula.
  • Limpieza: Ayudan a mantener limpios los inyectores y la cámara de combustión.

No todos los motores GLP necesitan este aditivo; es crucial consultar con un instalador de GLP certificado para determinar si tu modelo de vehículo lo requiere.

¿Cuándo rellenarlos? El aditivo se consume gradualmente. El sistema de dosificación tiene un depósito que debe rellenarse periódicamente (la frecuencia depende del consumo del aditivo y del tamaño del depósito, pero suele ser cada 10.000-15.000 km, o cuando el sistema lo indique con una luz de advertencia).

Imagen de Aditivo de Protección de Válvulas y Sistema de Dosificación

Conclusión

El mantenimiento regular y el uso de recambios de calidad son esenciales para la longevidad y el buen rendimiento de tu sistema GLP. Invertir en el cuidado de estos componentes no solo te ahorrará dinero a largo plazo en reparaciones mayores, sino que también garantizará que tu vehículo funcione de manera eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente.

Ante cualquier duda o síntoma inusual, no dudes en acudir a un taller especializado en GLP. Ellos cuentan con las herramientas y el conocimiento necesario para diagnosticar y solucionar cualquier problema, asegurando que tu coche GLP siga siendo una opción inteligente y económica.